Examinar el color
Los rubíes auténticos deben poseer un tono profundo y rico que parezca casi luminoso. Los rubíes falsos pueden tener un color más claro y menos vibrante.
Examinar en busca de manchas
Con una lupa o una lente de aumento, inspeccione de cerca el rubí en busca de imperfecciones o inclusiones.
Los rubíes auténticos suelen tener pequeñas inclusiones o imperfecciones, como agujas, seda, cristales, maclas, huellas dactilares, plumas o zonas de color.
Las piedras falsas suelen ser impecables. Mientras tanto, el rubí creado en laboratorio, el rubí relleno de vidrio o el vidrio pueden contener burbujas de aire.
Los rubíes auténticos suelen tener pequeñas inclusiones o imperfecciones, como agujas, seda, cristales, maclas, huellas dactilares, plumas o zonas de color.
Las piedras falsas suelen ser impecables. Mientras tanto, el rubí creado en laboratorio, el rubí relleno de vidrio o el vidrio pueden contener burbujas de aire.
Examinar el efecto de empañamiento
Para realizar esta prueba, acerque el rubí a la boca y respire suavemente sobre él. Observa cuánto tarda en desaparecer el vaho. Un rubí auténtico debería desaparecer en uno o dos segundos, mientras que un rubí falso puede tardar más en hacerlo.
Comprobar si hay arañazos
Con una superficie dura y lisa, como un trozo de cristal, intente arañar el rubí. Si la piedra deja una raya roja, es probable que sea falso. Los rubíes auténticos no dejan ningún rastro de color en la superficie. Tenga en cuenta que esta prueba sólo confirma que un rubí es falso, ya que si deja un rastro de color, no puede confirmar que sea auténtico.
Prueba la dureza del rubí
Según la escala de Mohs de dureza de los minerales, los rubíes tienen una dureza de 9 sobre 10. Esto significa que son muy duraderos y sólo pueden ser rayados por un diamante. Esto significa que son muy duraderos y sólo pueden ser rayados por un diamante. Pruebe su rubí intentando rayarlo con una moneda o unas llaves. Los rubíes auténticos no deberían rayarse con estos objetos cotidianos, mientras que los falsos pueden mostrar signos de desgaste o arañazos.
Notas: Tenga en cuenta que esta prueba puede dañar un rubí falso.
Notas: Tenga en cuenta que esta prueba puede dañar un rubí falso.
Comparar con el vidrio
El vidrio se utiliza a menudo para imitar al rubí. Por lo tanto, podemos comparar un rubí con vidrio para comprobar si es real. Consiga un trozo de vidrio que tenga un color y un tono similares a los del rubí que está examinando. Si los dos tienen el mismo color, es probable que se trate de un rubí falso. Los rubíes auténticos nunca tendrán el mismo color que el vidrio normal.
Compruebe si hay signos de desgaste
Los rubíes falsos pueden parecer desgastados o dañados con más facilidad que los auténticos. Compruebe con lupa si los bordes de las facetas presentan signos de desgaste, como suavidad o bordes redondeados. Los rubíes falsos también pueden presentar hoyuelos o “piel de naranja”. Tenga cuidado con los rubíes que parezcan haberse desgastado demasiado rápido.
Comprobación de Rubí compuesto
Los rubíes compuestos se fabrican a partir de una mezcla de rubí natural de baja calidad y vidrio de plomo rojo. A menudo contienen burbujas de gas internas y líneas entrecruzadas, que pueden ser visibles bajo ciertas condiciones de luz. Estas características pueden ayudar a identificar los rubíes compuestos.
Examinar el coste y las dimensiones
Los rubíes auténticos pueden ser bastante caros, normalmente más de 1.000 dólares por quilate. Si el precio parece demasiado bueno para ser cierto, es probable que el rubí sea sintético o una imitación. Además, los rubíes naturales rara vez se encuentran en tamaños grandes. Si un rubí es especialmente grande, es probable que sea sintético o una imitación.
Consejos para autentificar un Rubí
- Es una buena idea utilizar varios métodos para determinar la autenticidad de un rubí, ya que ninguna prueba es infalible por sí sola.
- Si no está seguro de la autenticidad de un rubí, solicite la evaluación de un profesional. Ellos tienen la experiencia y el equipo especializado necesarios para determinar con precisión la autenticidad de la gema.